Infiltración de codo para epicondilitis y otros dolores de codo

Especialistas en infiltraciones en el codo: epicondilitis, dolor en el hueso del codo, epitrocleitis….

Soy Miguel Alfonso Porcar, reconocido especialista en infiltraciones de codo para el tratamiento del dolor en el codo, con terapias bioregenerativas de plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, suero rico en citoquinas….

Existen numerosos factores que pueden provocar molestias en el codo.

Una razón habitual es la tendinitis, que se refiere a la inflamación o daño de los tendones responsables de conectar los músculos al hueso. Esta condición frecuentemente surge como una lesión relacionada con el deporte, especialmente en aquellos que practican tenis o golf.

Aunque menos habitual también puedes tener una bursitis o incluso artrosis en el codo.

Nuestro objetivo consiste:

• Determinar la causa de tu dolor,
• Realizar las pruebas diagnósticas adecuadas para determinar el alcance de la lesión en el codo,
• y aplicar el tratamiento de traumatología regenerativa o cirugía ortopédica para conseguir el máximo bienestar lo antes posible.

¡Queremos ayudar a nuestros pacientes utilizando los tratamientos más seguros, exitosos, menos invasivos y más económicos posibles!

¿Qué es el dolor en el codo?

El codo es una articulación formada por tres huesos: el húmero, el radio y el cúbito.

Los huesos se mantienen unidos por ligamentos, músculos e inserciones tendinosas, para dar estabilidad y movilidad a la articulación.

Las lesiones en la región del codo suelen estar causadas por un uso excesivo del mismo o por una lesión aguda.

• Las lesiones por uso excesivo son comunes en las personas que realizan movimientos repetitivos de los brazos para trabajar, como los trabajadores manuales y comerciantes, o para hacer deporte, como los tenistas y los golfistas.
• Las lesiones agudas del codo son menos frecuentes, pero pueden producirse en algunas situaciones, como en los deportes de contacto, al caer sobre un brazo extendido o por algún otro accidente.

Los casos de dolor en el codo leves pueden corregirse con medios de autocuidado y descanso, pero en algunos casos más graves de epicondilitis, epitrocleitis… se puede recomendar tratamientos como fisioterapia, medicina regenerativa o cirugía.

Los epicóndilos

La región del epicóndilo se refiere a la zona del codo donde se encuentran dos prominencias óseas en el extremo distal del húmero, denominadas epicóndilo lateral y epicóndilo medial.

• Epicóndilo lateral: Ubicado en la parte externa del codo, es el punto de inserción del músculo extensor del antebrazo. La inflamación de esta área se conoce comúnmente como epicondilitis lateral (codo de tenis).
• Epicóndilo medial: Situado en la parte interna del codo, es el punto de inserción de los músculos flexores del antebrazo. La inflamación de esta área se conoce como epicondilitis medial.

Ambos epicóndilos son importantes para la función del codo y del antebrazo, ya que proporcionan puntos de anclaje para los tendones y músculos que permiten el movimiento y la fuerza en la mano y el brazo.

Causas del dolor de codo

Las causas relacionadas con las lesiones en el codo incluyen daños en partes del codo, como huesos, cartílagos, ligamentos, tendones o músculos.

• Artrosis en el codo: se produce cuando la superficie del cartílago del codo está desgastada o dañada por lesión previa, como una luxación o una fractura de codo o por la degeneración.
• Epicondilitis – Codo de tenista: también llamada epicondilitis lateral se refiere al dolor intenso en la zona externa del codo. Es el resultado de un esfuerzo repetitivo que provoca una lesión en la inserción de los tendones en el epicóndilo del codo. La infiltración de codo con PRP suele ser la solución definitiva para la epicondilitis.
• Epitrocleitis – Codo de golfista: tambien llamada epicondilitis medial, provoca dolor en la cara interna del codo (el epicóndilo medial), que puede irradiar hacia la cara interna del antebrazo. Su patogenia es similar al anterior.
• Bursitis en el codo: la bursitis es la inflamación de la bursa del codo (estructura en forma de saco lleno de líquido, que reduce la fricción entre los huesos, los músculos y los tendones). Traumatismos directos, una infección localizada o un sobreuso, puede ser causas de la misma, entre otras. Ver el tratamiento de la bursitis de codo.

¿Cuáles son los síntomas del dolor en el codo?

Como la articulación del codo es muy compleja, los síntomas del dolor de codo pueden variar mucho.

El Dr. Alfonso Porcar revisará tu historial y te examinará para diagnosticar la causa de tus molestias. Asegúrate de informar sobre cualquier actividad que empeore tu dolor de codo, así como de otros síntomas que tengas.

Los síntomas que pueden aparecer son:

• Dolor sordo en reposo.
• Dolor al cerrar el puño (codo de golfista).
• Dolor al abrir los dedos (codo de tenista).
• Menor fuerza de agarre (prensa): dificultades y dolor al intentar agarrar objetos, especialmente con el brazo estirado
• Deformidad y tumefacción localizada y/o difusa (derrame)
• Rango de movimiento limitado.
• Calor y enrojecimiento.

Si has sufrido un traumatismo grave en el codo, busca atención inmediata. Si el dolor en el codo, de leve a moderado, persiste durante más de siete a catorce días, solicita una cita con un especialista en traumatología.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo más comunes para el dolor de codo, incluyen cualquier actividad u ocupación que implique doblar o forzar frecuentemente la articulación del codo.

La participación en algunas actividades de alto contacto, como el fútbol, el esquí y la escalada, también pueden aumentar el riesgo de lesiones traumáticas, como la rotura de huesos o de tendones.

Algunos de los factores de riesgo más comunes del dolor de codo son:

• La práctica de deportes como el béisbol, el fútbol americano y otros deportes de contacto.
• Práctica de tenis, pádel y otros deportes de raqueta, el levantamiento de pesas, la escalada y los ejercicios de peso corporal como las flexiones y las dominadas.
• Practica de golf.
• Ocupaciones laborales y participación en actividades que requieren una acción repetitiva y extenuante del codo.
• Traumatismos, como caídas o lesiones en vehículos de motor