Meniscopatía: Rotura de menisco tratamiento sin operación

Especialistas en meniscopatías y tratamiento de la rotura de menisco sin operación

Soy Miguel Alfonso Porcar reconocido especialista en el tratamiento de meniscopatías, lesiones de menisco y desgarros, así como de la rotura de menisco.

En la clínica de traumatología Regenerat somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de las principales dolencias y lesiones de rodilla.

Nuestro objetivo consiste en determinar la causa de tu dolor de rodilla, realizar las pruebas diagnósticas para determinar el alcance de tu dolencia o lesión de rodilla.

Una vez conocido el diagnóstico aplicaremos el tratamiento de traumatología o cirugía ortopédica más adecuado, para aliviar tu dolor y que puedas recuperar tu bienestar lo antes posible.

¡Queremos ayudar a nuestros pacientes utilizando los tratamientos más seguros, exitosos, menos invasivos y más económicos posibles!

¿Qué es el menisco?

Todas las articulaciones del cuerpo están recubiertas por un tejido extremadamente suave llamado «cartílago articular».

El cartílago articular de la rodilla recubre los extremos del fémur y la tibia, así como la rótula, permitiendo que las superficies de los huesos no entren en contacto (hecho que provocaría dolor y degeneración de la articulación).

Además del cartílago articular, la articulación de la rodilla también tiene unas estructuras conocidas como meniscos. Se trata de dos superficies de forma circular, que permiten absorber toda la energía de la rodilla en ejercicios de impacto.

Es decir, mientras que el cartílago protege a los huesos de la rodilla, los meniscos son los salvavidas de ésta, permitiendo demorar la degeneración y mejorando la actividad del día a día.

Los meniscos también contribuyen a la estabilidad de la articulación de la rodilla y ayudan a distribuir eficazmente el líquido articular alrededor de la misma.

La degeneración o lesión de los meniscos, predispone a padecer enfermedades como la artrosis de rodilla en grados avanzados.

¿Qué es una meniscopatía?

Una meniscopatía es una lesión que afecta uno de los dos meniscos de la rodilla, pudiendo causar dolor y otros síntomas. Puede ser traumática o degenerativa, con factores de riesgo como la obesidad y ciertas actividades laborales. El tratamiento varía según el tipo de lesión y puede ser conservador o quirúrgico

¿Qué es una rotura de menisco?

Una rotura de menisco es una lesión típica en pacientes jóvenes y deportistas, aunque también puede darse en situaciones de estrés agudo en la rodilla tras un esfuerzo eventual.

El mecanismo habitual de la rotura del menisco se produce cuando dejamos caer todo el peso en una de las rodillas y realizamos un giro del cuerpo en el mismo instante.

Esto, como ya hemos comentado, es típico en deportes de impacto contra el suelo como el baloncesto, futbol, tenis, …

Cuando existe una rotura meniscal, debemos de descartar otras lesiones de la articulación de la rodilla que pueden estar asociadas. A menudo existe relación con una rotura del ligamento cruzado anterior, por ejemplo.

Existe otro tipo de pacientes, aquellos de edad media-avanzada.

Frecuentemente se puede producir una rotura de menisco por desgaste del mismo. La almohadilla ya ha hecho la función que tenía que realizar durante muchos años, y poco a poco se ha desgastado parcial o totalmente.

Los meniscos se desgarran debido a su constante exposición a cargas repetitivas cuando caminamos, corremos o realizamos otras actividades.

Las personas mayores son más propensas a las roturas de menisco degenerativas, ya que el cartílago se desgasta y debilita con la edad.

¿Cuáles son los síntomas de un menisco roto?

Una rotura de menisco provoca dolor, hinchazón, rigidez o sensación de bloqueo en la rodilla, lo que hace que no puedas mover la rodilla en toda la amplitud de su movimiento.

Es posible que en el momento agudo experimentes un crujido o una sensación de chasquido. Sin embargo, en algunas ocasiones, es posible que no haya habido ningún acontecimiento o lesión que lo precipite.

El dolor de una rotura de menisco suele localizarse en la parte interna o externa de la articulación de la rodilla, y frecuentemente se irradia a la zona posterior de la misma.

El dolor suele ser muy intenso en un primer momento, seguido de un alivio tras los primeros minutos. Seguidamente, se acompaña de un aumento del volumen de la rodilla (a partir de las horas del suceso agudo).

La sensación de no poder doblar y extender la rodilla es habitual, incluso será complicado dejar caer el peso del cuerpo en la misma. Estos bloqueos, se deben a que el fragmento meniscal roto se desplaza en el interior de la rodilla y se sitúa entre el femur y la tibia.

Si no has experimentado un suceso agudo, el derrame de repetición, la rigidez y/o los bloqueos en la rodilla son más frecuentes. Este hecho se debe a las molestias que genera un menisco lesionado en el interior de la rodilla, dificultando la movilidad de la misma y “llamando la atención” con los derrames.

Las roturas meniscales pueden clasificarse en varios tipos.

Dependiendo del tipo o grado de la lesión, va a predominar una clínica u otra. Es decir, dos personas con una rotura de menisco pueden tener síntomas parecidos y síntomas muy diferentes entre ellos.

¿Qué otra cosa aparte de un menisco roto podría estar causando mi dolor?

Las roturas de menisco son muy comunes y a menudo son la causa de los síntomas que se han detallado anteriormente.

Sin embargo, hay otras patologías con síntomas similares.

Por ejemplo, trozos de cartílago sueltos que flotan en el interior de la articulación de la rodilla. Nomalmente dependen del cartílago articular que se ha vuelto inestable en la superficie articular femoral o tibial.

El síndrome de dolor patelofemoral o una plica (pliegue de tejido blando dentro de la rodilla).

Otras causas del dolor de rodilla

Las causas relacionadas con las lesiones de rodilla incluyen daños en partes de la rodilla, como huesos, cartílagos, ligamentos, tendones o músculos.

• Tendinitis pata de ganso:  resultado de la inflamación del tendón que une la rótula con la tibia. Se le llama rodilla de corredor o rodilla de saltador.
• Bursitis en las rodillas: es la inflamación de los sacos llenos de líquido o bursas que amortiguan la rodilla. Suele ser consecuencia de una tendinitis.
• Artrosis – gonartrosis: se produce cuando se desgasta el cartílago de las articulaciones y provoca dolor, rigidez e hinchazón.
• Condromalacia rotuliana: es el reblandecimiento y pérdida en el cartílago de la rótula. Ocurre en atletas jóvenes y adultos que padecen artritis de la rodilla.
• Edema óseo de rodilla: inflamación o lesión en la zona medular de la rodilla, debido a una contusión, con aparición de microfractura e inflamación.
• Esguince de ligamentos de rodilla: suelen ser debidas a lesiones deportivas.
• Meniscopatía-menisco roto: común en atletas, de deportes de contacto. En personas mayores roturas de menisco degenerativas.